jueves, 15 de marzo de 2012

Y si tienes un día gris, yo te ayudo a colorear


"Amelie tiene de repente la extraña sensación de estar en total armonía consigo misma, en ese instante todo es perfecto, la suavidad de la luz, el ligero perfume del aire, el pausado rumor de la ciudad. Inspira profundamente y la vida ahora le parece tan sencilla y transparente que un arrebato de amor, parecido a un deseo de ayudar a toda la humanidad la empapa de golpe."

Así me he sentido tantas veces. Cuando ves que tienes la suficiente fuerza para mirar al sol sin cerrar los ojos, es cuando sientes que debes hacer algo por el entorno que te rodea. Supongo que todos nos sentimos así de vez en cuando. Ahora sientes que perteneces a un lugar, que debes algo a las personas con las que estás. Y es cuando decides ayudar. Dedicar tu tiempo a dar las gracias, a sonreír por la mañana aunque tengas los párpados pegados con legañas, a cruzar el paso de cebra saltando por las franjas blancas o a silbar una canción mientras paseas. Estar en armonía contigo mism@ te hace andar con energía, con ganas de sentir y de vivir emociones que jamás imaginarías.


Y es cuando miras a los demás, son personas. Tendrán sus pensamientos, sus problemas y sus inquietudes. Tendrán sus alegrías y sus momentos. Tendrán cosas que de repente, quieres conocer, quieres ver el mundo, quieres sentir sus emociones, quieres empatía.


La empatía es una cualidad maravillosa, todos deberíamos guardarla como uno de los mejores dones. Porque es la herramienta que nos ayudará a ser mejores personas mañana. 
Esta sensación es agradable, sentir que puedes hacer algo. Es el momento de dejar una nota pegada en una puerta, de regalar fotos escritas, de subir a la montaña a respirar serenidad. Es el momento de guiñar un ojo, de aplaudir los chistes malos, de ceder un poco de tus natillas, de enviar una carta con los mejores deseos.


Serán los detalles, los que componen la felicidad. Serás ellos los que configuren la vida, los que nos hagan estar en armonía con nosotros mismos. Al fin y al cabo, son los que nos ayudan a colorear los días grises.

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