viernes, 18 de enero de 2013

Mi casa



Mi casa es un paisaje colgado de una montaña. Pende de un hilo entre casas y cicatrices. Duerme en el regazo de dos caminos llenos de lágrimas.


Mi casa deja que el aire roce sus cuatro costados. Es un hogar frío, pero lleno de lumbre. Mi casa tiene caminos que llevan a ninguna parte. Es un laberinto de paseos, rodeado de casas incrustadas entre rocas. Mi casa no tiene mar, ni altos edificios. Es pura y sencilla. Minúscula y estrecha.



Tiene cuestas para tener despejados los cinco sentidos. Mi casa es un suelo empedrado y un abismo profundo. Desde mi casa se ve el sol despuntar entre ramas y cantos rodados. Es una cascada de ventanas iluminadas y luces diminutas, pero incandescentes. Mi casa tiene secretos encantados, puertas escondidas y balcones endiablados. Cuando vengas a mi casa tienes que saber que vivo entre dos ríos que siempre enseñan algo nuevo. Cuando entres en las calles de mi casa desearás perderte y no encontrarte. Sabrás que tengo plazas llenas de locuras de estudiantes. Si miras por la ventana de mi casa verás que las rocas tienen alma y que lloran lagos cristalinos donde no hay sed, sólo calma. 



Mi casa está llena de escaleras para subir a sitios prohibidos. Tiene sendas que nadie conoce, donde puedes ver el mundo rendido a tus pies. En mi casa sólo se escuchan dos cosas: el viento que te susurra y el reloj que marca siempre la deshora.

Si vienes a mi casa, podrás ver paraísos iluminados, verás vida entre las costuras de sus callejones. Si vienes a mi casa, no necesitarás otro vehículo más que tus pies para desandar las penas.

Mi casa es un refugio donde se desnuda el tedio y el cinismo. Mi casa tiene las puertas abiertas de par en par.
Es un patio acogedor para mirar al cielo sin ver más que la luna. Mi casa está encantada, está llena de magia, que sólo controlas si te pasas por aquí.

Y cuando te marches, te presente que mi casa te acompañará allá donde vayas. Porque, por alguna razón, siempre te colgarás de ella y ella siempre estará colgada de ti.

Mi casa, ¿aún no lo sabes? Mi casa es la Ciudad Encantada. 
Mi casa es Cuenca.